En el marco del 53º aniversario de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ), se inauguró la Plaza Néstor Campanella, un nuevo espacio verde que reafirma el compromiso de la comunidad universitaria con la preservación del ambiente y el cuidado del ecosistema, y que rinde homenaje a uno de los funcionarios más queridos de la institución.
Del acto participaron el rector, Diego Molea; el vicerrector Administrativo, Horacio Gegunde; secretarios, directores y autoridades de la Universidad y sus facultades; los secretarios generales de la Asociación de Docentes e Investigadores de la UNLZ (ADIULZA), Miguel Briscas, y de la Asociación del Personal de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (APULZ), Leandro Espósito. Además estuvieron estudiantes, docentes, nodocentes, graduados y vecinos de la comunidad.
Néstor Campanella fue director General de Economía y Finanzas de la UNLZ hasta 2016, año de su fallecimiento. “Campa”, como se lo conocía, fue uno de los funcionarios más antiguos y queridos de la casa de estudios. Con apenas 22 años llegó a la Universidad, en noviembre de 1972, pocas semanas después de su creación.
Molea lo recordó como un actor “clave en el en el crecimiento y en la consolidación institucional, alguien que todo su trabajo lo hizo pensando en el bien común, nunca en el individualismo”.
“Todos aprendimos de él, atravesamos momentos muy difíciles y pudimos llevarlos adelante” expresó y agregó: “Y en estos tiempos complejos, a veces decimos ‘qué bien que nos vendría que esté con nosotros’, pero creo que es tiempo de homenajearlo desde otro lugar afrontando estos desafíos sabiendo que aprendimos”.
Por su parte, Mariana Cañón, actual directora General de Economía y Finanzas, expresó: “Néstor fue para mí un padre, un amigo y un referente. Todo en una misma persona”. “Siento que Néstor está acá de otra manera, orgulloso de que su nombre inaugure este espacio, entre el sol y la naturaleza, entre las facultades que vio crecer y agradecido que su historia se vea reflejada en esta plaza que está pensada para que compartamos todas y todos, como un símbolo de nuestra comunidad”, agregó.
En el acto de nombramiento, la UNLZ reconoció a un visionario que soñó una institución cuando aún no existía; a un trabajador incansable que dejó todo para convertirla en realidad; a un protagonista en la construcción de esta universidad, que fue su orgullo.
Durante la ceremonia también se realizó la plantación de un ejemplar de Ginkgo biloba, un árbol milenario que ha sobrevivido a los tiempos, resistiendo incluso la destrucción y volviendo a brotar. Este símbolo representa la memoria viva de la comunidad universitaria y el recuerdo de quienes la construyeron.
Con este nuevo espacio, la comunidad UNLZ renueva su compromiso con la protección de la biodiversidad, el uso responsable de los recursos naturales y la relación armónica entre la comunidad y la naturaleza, principios fundamentales para un desarrollo sostenible.