Gratuidad universitaria: A 76 años de su sanción

El 22 de noviembre se conmemora el Día nacional de la gratuidad de la enseñanza universitaria en Argentina. El carácter gratuito de la universidad argentina conforma uno de los pilares fundamentales del sistema de educación superior del país, condición que se integra con la autonomía, las funciones de enseñanza, investigación y extensión y su implicancia para el desarrollo humano, democrático, productivo y tecnológico de la Nación. Resultado de dichas tradiciones, la universidad argentina es democrática en su organización, popular en su composición estudiantil y está socialmente comprometida con su medio.

La Reforma Universitaria de 1918 estuvo caracterizada por el anhelo de la reforma social y de un espíritu democratizador. Sus protagonistas cuestionaron el carácter arancelado y elitista del ingreso a las instituciones públicas: solo las clases altas y medias acomodadas podían estudiar. Durante los años 30 y 40 distintas expresiones estudiantiles, docentes, culturales y políticas militaron activamente para democratizar el acceso a la educación superior.

 

Gratuidad y financiamiento

Retomando el anhelo de los reformistas, el Primer Plan Quinquenal Justicialista (1947-1951) planteó que el Estado instauraría la gratuidad de la universidad para los estudiantes de bajos ingresos.
En 1949, producto de la organización de un nuevo Estado social de derecho y planificador, se estableció la gratuidad universitaria y el compromiso gubernamental para su financiamiento.
Ese mismo año se fundó el Ministerio de Educación de la Nación en reemplazo del de Justicia e Instrucción Pública.
Finalmente, la gratuidad de la universidad en la República Argentina se alcanzó con el Decreto Presidencial N° 29337 el 22 de noviembre de 1949. Un aspecto fundamental es que se comprometió al Estado nacional a dotar a las universidades de los recursos complementarios necesarios para alcanzar dicho objetivo.

 

Ley orgánica de universidades

Aprobada bajo el Nº 14297 en 1954, fue la primera norma propiamente educativa sancionada por el Congreso de La Nación que incluyó taxativamente la gratuidad universitaria.

 

“Que el engrandecimiento y auténtico progreso de un Pueblo estriba en gran parte en el grado de cultura que alcanza cada uno de los miembros que lo componen; Que por ello debe ser primordial preocupación del Estado disponer de todos los medios a su alcance para cimentar las bases del saber, fomentando las ciencias, las artes y la técnica en todas sus manifestaciones” (Decreto N° 29.337 del 22 de noviembre de 1949)

 

Gratuidad y aumento de la matrícula 

Como resultado de la sanción de la gratuidad universitaria, la matrícula estudiantil aumentó exponencialmente. Recién con la dictadura militar del año 1976 se generó un retroceso en la inscripción de nuevos estudiantes:

Año 1945 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980
Matrícula 47.400 80.445 138.317 160.047 222.903 261.342 487.389 386.743

 

Según los últimos datos registrados por la Subsecretaría de Políticas Universitarias, en Argentina hay más de dos millones y medio de estudiantes de carreras de grado y pregrado.

 

Marchas y contramarchas

Luego del golpe de Estado de 1955, se derogó el entramado institucional y normativo del Justicialismo y se eliminaron las menciones a la gratuidad de la educación superior. Las instituciones, en el marco de su autonomía, podrían fijar aranceles y regular sus políticas de ingreso.
En 1973, el gobierno democrático eliminó los aranceles y las tasas académicas implementadas en los años sesenta y principios de los setenta.
Más tarde, con la vuelta a la democracia en 1983, las universidades argentinas eliminaron el cobro de aranceles.
La Ley N° 27204/15 fijó taxativamente que “los estudios de grado en las instituciones de educación superior de gestión estatal son gratuitos e implican la prohibición de establecer sobre ellos cualquier tipo de gravamen, tasa, impuesto, arancel, o tarifa directos o indirectos”.

 

Fuente: Consejo Interuniversitario Nacional

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