Trabajan para el control de malezas con métodos ecológicos

Roberto Huarte es docente investigador de la Facultad de Ciencias Agrarias y, desde 2015, Investigador Adjunto del Conicet, donde desarrolla investigaciones sobre ecología de malezas, una disciplina que lo encontró por casualidad y se convirtió en su campo de trabajo.

 

“Una maleza es una especie vegetal que crece fuera de tiempo y espacio para una actividad agrícola determinada. Vos tenés un cultivo, por ejemplo maíz o girasol, y aparecen otras poblaciones vegetales que están compitiendo por el mismo conjunto de recursos”, explica Roberto Huarte, Doctor en Ciencias Agropecuarias (Universidad de Buenos Aires), docente de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNLZ e Investigador Adjunto del Conicet. Su trabajo consiste en “comprender la naturaleza de estas poblaciones y tratar de diseñar y planificar herramientas de control que incluyen el químico, pero no como único método”, como él mismo detalla.

-¿Cómo comenzó tu carrera en las ciencias agrarias?

Me recibí de Ingeniero Zootecnista en 1991, desde entonces trabajé en empresas ganaderas hasta que regresé en 1994. Ese año comencé a participar de la cátedra Forrajes de la Facultad y apliqué para una beca de investigación, con la que pude realizar mi primer proyecto.

-Comenzaste en el área de producción animal y luego pasaste a la producción vegetal, ¿a qué se debió el cambio?

Asistí a un curso de Ecología de Malezas del que me entero por casualidad. Yo que estaba formado para la producción animal, que era lo que me gustaba y por lo que me había decidido por la carrera, conozco un área nueva que despertó mi interés. Esa capacitación requería que presentemos un proyecto de investigación y entonces empiezan a surgir las ideas. Mi objetivo era hacer una Maestría, por lo que ese proyecto se convirtió en mi tesis. Con los resultados de esa investigación publiqué el primer artículo en una revista internacional.

-¿De qué se trata la ecología de malezas?

La idea de la ecología de malezas es comprender la naturaleza de estas poblaciones y tratar de diseñar y planificar herramientas de control que incluyen el químico, pero no como único método. Se trata de alternativas más amigables con el medio ambiente, porque muchos herbicidas utilizados pueden traen problemas de contaminación de agua o de suelo por el mal uso de los productos o por la naturaleza de alguna de las moléculas.

-¿Cuáles son los inconvenientes que provocan las malezas?

Las malezas reducen el rendimiento del cultivo principal, porque compiten por los recursos.

-¿Cómo es el método para combatirlas?

El modo tradicional es el control por químicos, mayormente herbicidas. La ecología de malezas tiene una mirada más amplia donde se trata de convivir con estas poblaciones y tratar de reducir su tamaño por otros métodos. En general las semillas de malezas tienen un estado de dormición, esto es si tiene la temperatura y disponibilidad de agua, germina. Sabiendo que las malezas tienen dormición, y que necesitan ciertas señales del ambiente para germinar, lo que se hace es prevenir que la información que requieren les llegue. Si uno es eficiente en sacarle la información que estas semillas necesitan, evitas que germinen.

-¿Cómo se logra eso?

Por ejemplo si una especie requiere de luz, lo que haces es evitar que le llegue. En un caso en que la semilla de maleza esté sobre el suelo o enterrada a dos o tres centímetros de la superficie, lo que se puede hacer es enterrarla con distintas herramientas (arado, rastra). Se invierte el suelo y se envía la semilla a 10 centímetros de profundidad para que no le llegue la luz. La idea es en función del problema particular del campo, saber cuáles son las malezas principales, buscar información o generarla

-En 2018 publicó un artículo en una revista científica muy importante como es Weed Research. ¿De qué se trata?

Es una investigación sobre cardo de castilla, una especie de origen europeo que fue introducida hace más de 200 años. Se ve sobre todo en el ambiente pampeano donde el ambiente es benévolo y permitió que avanzara esta y otras malezas. Esta especie es frecuente en campos de actividad ganadera y se la considera plaga nacional de la agricultura desde la década del 60. Nosotros estudiamos las características de control. Vimos qué cosas se pueden hacer, a qué profundidad si se las enterraba, ya no emergían o no germinaban.

-¿Cómo afecta el cardo a la actividad agraria?

El cardo tiene muchas espinas en las hojas y en la inflorescencia. El animal evita su consumo, entonces hay áreas de rechazo que podrían tener pastos para el ganado. Es una superficie desaprovechada.

-¿Cuál es una posible solución?

Ante un campo con problema de contaminación por cardo, una alternativa es enterrar la semilla a más de6 cm y así reduzco o impido la nueva emergencia. Se trata de evitar que la semilla de maleza cumpla con los requerimientos específicos que tiene para germinar y luego emerger. Otra alternativa es el contrario: se estimula la germinación y después que emerge con una herramienta de labranza se quita. El tema es conocer el requerimiento y luego decidís si lo satisface o no.

 

El trabajo con malezas continúa. “Uno a veces se entera que aparecen malezas más resistentes, y entonces se interesa y comienza a investigar”, sostiene Huarte, que comenzó a montar un laboratorio de semillas propio en la Facultad de Ciencias Agrarias con el objetivo de realizar los experimentos aquí. “El programa Lomas CyT permitió empezar a adquirir equipamiento”, celebra.

26 DE AGOSTO, 2019

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