Día de la Mujer: De los derechos conquistados y los que faltan
Día de la Mujer: De los derechos conquistados y los que faltan



Cada 8 de marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. En ese marco, tres referentes de nuestra Universidad nos cuentan su visión acerca de la ampliación de los derechos, las luchas que nos faltan para alcanzar la plena igualdad.
María Fernanda Vazquez, decana de la Facultad de Derecho; María Fernanda Berti, directora de la revista Cordón; Josefina Picón, docente de la Facultad de Ciencias Sociales. Tres mujeres de la UNLZ nos aportan su mirada en este contexto histórico de ampliación de derechos y nuevos desafíos.
-¿Cómo ven la situación de las mujeres en su campo de desempeño?
Fernanda Vazquez: En la educación tenemos un papel protagónico desde la construcción del sistema educativo argentino y en la administración de justicia la presencia de la mujer cada vez es más amplia. Según estadísticas de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación más del 56% son mujeres. En la Universidad, en general, también se puede apreciar esta característica. Las últimas dos décadas nos muestran el impulso que ha tenido la presencia de la mujer en los ámbitos públicos; y con esto me refiero concretamente al desarrollo profesional, académico, laboral, científico y político que caracteriza a esta nueva sociedad.
Fernanda Berti: Mi campo de desempeño es la educación. Es un espacio donde el rol de la mujer fue variando a través del tiempo, está ocupado principalmente por mujeres y ahora hay muchos varones maestros. Pero siguen siendo la mayoría mujeres. A través del tiempo la maestra, además de enseñar y las tareas de cuidado, se fue convirtiendo en una trabajadora de la educación. Y ser una trabajadora de la educación implica conocer derechos, pelear por ellos, pelear por los espacios, y diferenciarse de lo que hasta hace un tiempo atrás estaba muy ligado a tareas de cuidado.
Josefina Picón: Si bien el ingreso de una Mujer a una facultad da muestras de determinación, desde el punto de vista de su propio crecimiento, no siempre es así. Me ha “tocado” en mi cátedra, asistir a alumnas que han vivenciado situaciones de violencia intrafamiliar. Sería un poco precipitado hablar desde los extremos (todas víctimas/todas empoderadas) pero muy cierto es que día a día las situaciones de sometimiento y maltrato se visualizan cada vez más. Se informan, se reúnen, debaten acerca de esta problemática, y arriban a conclusiones que las conducen a recuperar una vida en paz, alejándose de la violencia.
-Si bien las mujeres cada vez ocupamos más espacios laborales, en la mayoría de los ámbitos parece haber “techos de cristal” ¿Se está avanzando en ese punto?
F. V. Si bien vemos que existe una amplia participación de las mujeres en estos ámbitos, si tomamos el ejemplo del poder judicial, sólo el 28% logra acceder a cargos de la magistratura. Lo que demuestra que la presencia de la mujer decrece a medida que se asciende en las escalas jerárquicas. Creo que esta situación se debe a la persistencia de estructuras sociales machistas y prejuiciosas, que consideran que nosotras no podemos asumir las responsabilidades de la familia y del hogar conjuntamente con las responsabilidades laborales y profesionales. Las mujeres estamos superando estas barreras, rompiendo ese techo de cristal.
J.P. En nuestro País, la promulgación de la Ley 27.144 en enero de 2019, más conocida como Ley Micaela, ha dado como resultado que en una gran mayoría de Instituciones Públicas y también empresas privadas, hayan hecho modificaciones en este aspecto. Los cargos jerárquicos son ocupados por personas que acreditan su saber y aptitud, sin importar su sexo, observando que la evaluación tampoco reviste carácter sexista, sino que apuntan a las capacidades para el desenvolvimiento laboral y/o profesional.
F.B. El campo de la educación, en algunos aspectos, fue privilegiado, porque al ser un espacio formado mayoritariamente por trabajadoras mujeres, los espacios de conducción también fueron ocupados por mujeres: inspectoras, directoras, quienes conducen las escuelas, distritos o regiones. Un espacio conformado históricamente por mujeres, hizo que los hombres que se sumaron después de manera igualitaria.
Estereotipos que se rompen
Las entrevistadas coinciden en que los roles de género ya no están tan marcados. “No sólo se visualizan Mujeres trabajando o estudiando en lugares ‘típicamente masculinos’, sino que también varones van ocupando roles cuyo ámbito circundaba alrededor de las Mujeres”, sostiene Picón.
“No tengo dudas que en la actualidad nos estamos apartando de la atribución de roles a determinados géneros. Esto se visualiza en forma más clara en las nuevas generaciones, que no se encuentran enmarcadas con la cultura patriarcal”, reflexiona Vazquez.
Berti comparte esta apreciación, pero puntualiza que aun “dentro del mismo espacio educativo conformado por mujeres, hay determinadas cuestiones que llaman la atención: nombrar a la maestra de grado de primaria como ‘la maestra’ y el maestro como ‘el profe o profesor’”.
El futuro
-En los últimos años se avanzó en la ampliación de derechos, ¿cuáles son los próximos desafíos?
F.V. Hubo un gran avance en la ampliación de derechos de las mujeres, pero además existe una agenda de trabajo que tiene el desafío de visibilizar las grandes problemáticas y peligros que aún hoy persisten en la sociedad, en las cuales la mujer resulta ser la potencial víctima. Creo que esta deben tener prioridad temas como la violencia; la lucha contra la discriminación y el logro de la igualdad; el avance en la legislación para empoderar y lograr la paridad en los diferentes campos de desempeño.
F.B. Los próximos desafíos, como en muchos espacios, es seguir trabajando por la igualdad de derechos; y, sobre todos, al trabajar con niñxs, adolescentes, adultos, adultos en contextos de encierro, el desafío es trabajar con todos y garantizar los derechos de todos y la Educación Sexual Integral, que no sólo brinda información, sino que amplía derechos. Y como colectivo de mujeres, el desafío es el derecho al aborto, a la igualdad de salarios, a transitar libremente por la calle.
J.P. Se ha avanzado mucho al respecto de la visualización y posterior reconocimiento de los Derechos hacia el colectivo de Mujeres. Lo que queda por resolver es competencia del Ministerio Público, ya que es en ese ámbito (que por cierto está colapsado por la cuantiosa demanda) es donde se dirimen las soluciones que pueden ofrecer a las víctimas, no sólo a través de los recursos como botón antipánico o los llamados al 144 y 911, sino que son los que otorgan las Medidas Cautelares, a los fines de cesar de inmediato, las manifestaciones de violencia. Lamentablemente, muchas veces por falta de recursos humanos e institucionales, no se llega a tiempo para resolver demandas, con la inmediatez que éstas ameritan. De todas formas, también hubo avances significativos como por ejemplo, la creación de las Fiscalías de Género, entendiendo la especificidad de la temática. Ojalá pudieran aparecer los recursos (de todo tipo), en pos de abordar la demanda con la importancia que ésta amerita.
Un libro para repensar las relaciones
El Misógino del Siglo XXI es una obra de Josefina Picón en la que muestra una descripción minuciosa de las “conductas de mujeres y varones, inmersos en una relación disfuncional”. El texto aborda con detalles la situación de mujeres antes, durante y después de haber atravesado una relación tóxica, plagada de maltrato y violencia.
Según su autora: “Ofrece también un esbozo de soluciones que tienden a resolver la manera de alejarse de un varón violento, siempre apelando a que la víctima reconozca su postura como tal, y fomente el pensamiento abierto para erradicar los miedos que la subsume”.
Asimismo, recoge algunos testimonios de víctimas que han logrado salir de estas relaciones que tanto daño causan, tanto a ellas como a su descendencia.
María Fernanda Vazquez es decana de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Es la primera mujer en acceder a ese cargo en la UNLZ. En la actualidad preside el Consejo de Decanos y Decanas de Facultades de Derecho de Universidades Nacionales.
María Fernanda Berti es maestra conurbana e investigadora. Actualmente se desempeña como asesora pedagógica en la Subsecretaria de Educación de la provincia de Buenos Aires. Es docente del Seminario de Etnografías del Conurbano de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y directora de la Revista Cordón.
Josefina Picón es docente de la Facultad de Ciencias Sociales. Participó de la Diplomatura de Géneros y Sociedad. Psicopedagoga y Técnica en Minoridad y Familia, siempre trabaja con personas en situación de riesgo. Desde hace años, recibe denuncias en la Comisaría de la Mujer.