Hay más de 40 proyectos en distintos países. Dos ya iniciaron pruebas en humanos.
Las vacunas son la forma más segura y eficaz de protegerse contra virus y bacterias. Junto al agua potable, son la segunda intervención de salud pública más importante: cada año evitan de 2 a 3 millones de muertes a nivel global. Pero en los últimos años se convirtieron en víctimas de su propio éxito: las enfermedades que previenen dejan de verse (o se ven menos), lo que disminuye la percepción del riesgo que implica contraerlas, las coberturas bajan y las enfermedades vuelven (el sarampión, un claro ejemplo). La pandemia provocada por el nuevo coronavirus -para el que tampoco hay tratamiento específico- expone con crudeza la amenaza y los costos sanitarios y económicos que implica enfrentar el desafío sin la herramienta más efectiva.
Impulsadas por la emergencia y el desembolso de recursos extraordinarios, más de 40 candidatas a vacuna para prevenir la enfermedad COVID-19 avanzan a una velocidad sin precedentes, según un relevamiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Muchos de los desarrollos en marcha provienen de equipos de investigación que venían trabajando en proyectos contra los virus del SARS y el MERS –otros coronavirus-, pero que luego de que esos brotes fueran controlados sufrieron una pérdida de interés.
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Fuente: Clarín