Hace 48 horas, los Centros de Control Epidemiológico de los Estados Unidos (CDC, según sus siglas en inglés) decidieron recomendar a los norteamericanos que (según el título central de la edición online de The New York Times ) usen «máscaras faciales de tela» para evitar la propagación del nuevo coronavirus . En otras circunstancias, probablemente la noticia hubiera ocupado un lugar secundario, si no fuera porque el uso generalizado de barbijos fue desaconsejado para la población general por la OMS y además es motivo de controversia entre los epidemiólogos y de confusión entre los legos .
Y aunque la controversia sigue, por estas horas crece el consenso de que los barbijos o mascarillas faciales (incluso caseras) pueden ser útiles para reducir el riesgo, especialmente en situaciones en las que no se pueda respetar el distanciamiento social. Especialistas de distintos países y autoridades sanitarias decidieron adoptar esta posición. Por ejemplo, la autoridad sanitaria de Colombia los aconsejó «cuando sea necesario salir y no se pueda mantener la distancia mínima de un metro, ideal dos, como en el transporte público masivo, taxis, plazas de mercado, etc.». En una de las conferencias diarias de la OMS, Mark Ryan contestó que las mascarillas faciales, como barrera mecánica, no son una mala idea, siempre que no desplacen a las otras medidas de prevención.
En la Argentina, «Lo estamos estudiando, y la OMS también», dijo a La Nacion el infectólogo Gustavo Lopardo, miembro del consejo asesor del Poder Ejecutivo.
Hasta ahora había dos consensos. El que podríamos llamar «oriental», que rige en China, Corea y otros países del sudeste asiático recomendaba a todos usar mascarillas . Y el occidental, que sustentó las directrices de la Organización Mundial de la Salud y adoptaron casi todos los países de esta parte del globo (con pocas excepciones, como la República Checa): deberían usar barbijos solo el equipo de salud, las personas sintomáticas y sus cuidadores . Pero en un llamativo cambio de dirección, Robert Redfield, director del CDC, recomendó a los estadounidenses que utilicen «algo casero, como una bandana o un echarpe» para evitar expulsar gotitas con virus al exhalar.
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Fuente: La Nación