Científicas del Conicet desarrollan barbijos con propiedades antivirales

Resta ultimar detalles pero todo parece indicar que los barbijos realizados por investigadoras de la UBA, UNSAM y Conicet cuentan con propiedades bactericidas, fungicidas y antivirales. El 10% será donado a los barrios humildes de la zona, en el partido de San Martín.

“Realizar un producto así nos produce orgullo, esa alegría que solo se siente cuando estás ayudando sin pedir nada a cambio. Hay tanta gente que no puede comprar un barbijo, o bien, que ni siquiera tiene agua potable para lavarlos. Ayudarla de algún modo para nosotros es conmovedor”, expresa Silvia Goyanes, Investigadora Superior del Conicet y docente la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. Es experta en materiales poliméricos para aplicaciones industriales y, junto a científicos y científicas de la Universidad Nacional de San Martín y el Conicet, trabajaron codo a codo con una PyME –denominada Atom Protect– en el diseño de un barbijo muy particular. Posee triple capa protectora con activos antivirales, bactericidas y antihongos. Además, se puede utilizar hasta 8 horas al día y resiste hasta 15 lavados sin perder sus propiedades. En dos semanas llegará el visto bueno de los especialistas del INTA que confirmarán su efectividad respecto del coronavirus, aunque todo parece indicar –al ser puesta a punto en etapas previas– que su calidad es muy fiable. A continuación, narra algunos detalles sobre la innovación.

-¿Cómo surgió la idea de desarrollar un barbijo con estas propiedades?

-Junto a colegas de la Universidad Nacional de San Martín y del Conicet comenzamos a pensar en la idea de diseñar un barbijo de uso médico con capas de polipropileno. Sin embargo, cuando estábamos iniciando recibí el llamado de la empresa Atom Protect. Querían producir telas con efecto bactericida. Entonces, les ofrecí algo superior: que sea bactericida, pero además que sea antihongos y utilice propiedades antivirales para coronavirus. Hay muchas publicaciones científicas –incluso patentes– que afirman que el cobre combate cualquier tipo de virus envuelto. La PyME se entusiasmó así que empezamos a trabajar en conjunto. Lo único que le pedimos es que nos pagasen los costos de los insumos y que a cambio de nuestro know how debían donar el 10% de la tela de los barbijos a la Fundación de la UNSAM para que, luego, sea transferida a los barrios cercanos con más necesidades.

-¡Qué buena idea!

-Claro, nos pagaron los viajes a la empresa, los activos y, en caso de funcionar, se comprometieron a abonar un plus a los becarios que nos estaban ayudando y que habitualmente ganan poco dinero. De este modo, colocamos manos a la obra. Desde hacía muchísimo tiempo andábamos concentrados en cosas parecidas. Solo era cuestión de preparar bien las mezclas que necesitábamos para que las telas tuvieran todas las propiedades de protección.

 

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Fuente: Página 12

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