Los primeros resultados del tratamiento con plasma respaldan su uso

«Doná plasma». La frase se escuchó durante el anuncio de las novedades sobre la pandemia que empezaron a regir esta semana en la Provincia de Buenos que detalló su gobernador. «Donen plasma», se leyó en un cartel ubicado sobre el escritorio del ministro de Salud de esa jurisdicción, Daniel Gollán.

Ambos se referían al tratamiento con plasma de pacientes recuperados de Covid-19,una estrategia terapéutica que otorga inmunidad pasiva al infundir los anticuerpos generados por una persona que ya atravesó la enfermedad a otra cuyo sistema inmunológico tiene problemas para dominar el cuadro. Aunque sigue siendo un tratamiento experimental y no se cuenta con estudios randomizados (en los que se asigna la aplicación del plasma a dos grupos al azar) y a doble ciego (ni el paciente ni el médico saben quiénes lo reciben) para probar efectividad, los datos de la observación empírica del mayor ensayo realizado en el país, precisamente en la provincia de Buenos Aires (donde se aplica en 37 hospitales, de los cuales siete son privados) muestran resultados que respaldan su uso.

«Ya terminamos el primer trabajo en plasma de convalecientes -cuenta Luis Cantaluppi, que coordina este tratamiento como asesor técnico de protocolo de plasma de la Dirección Provincial de Hospitales, y es el que reunió hasta ahora la mayor experiencia en el tema-. Encontramos razones científicas para seguir usándolo. No tenemos un trabajo de investigación a doble ciego, controlado, prospectivo, que es lo ideal. Es un estudio de observación, que es lo que está dentro de nuestras posibilidades en el contexto de la pandemia, pero lo controlamos con casos previos a la administración de plasma y cuya información consta en el Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentina (Siisa)».

 

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Fuente: La Nación

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