“En el prejuicio hay una relación de dominación donde se establece una jerarquía”

Una mirada negativa hacia el otro diferente, por su género, etnia o aspecto físico. Edgardo Etchezahar tiene una amplia trayectoria en el estudio de los prejuicios. Con su trabajo busca dar cuenta de qué procesos psicológicos se ponen en juego.
 

Edgardo Etchezahar es docente de la Facultad de Ciencias Sociales e investigador del Conicet. Comenzó como coayudante de cátedra en la Facultad de Psicología de la UBA, y de allí se sumó a un grupo de investigación de la cátedra de Psicología Social de la UNLZ. En ese campo, tiene una amplia trayectoria en la investigación de los prejuicios y las variables psicológicas que se ponen en juego para su manifestación. Actualmente dirige un proyecto Lomas CyT que evalúa las dimensiones que inciden en los prejuicios sexistas, sexuales y hacia la población indígena.

 

¿Por qué elegiste la carrera de Psicología?

Siempre me interesó qué pensaba la gente, por qué hacían lo que hacían. Conocía personas muy rígidas e inflexibles ante ciertos temas, algo que a mí no me pasaba, entonces me dije bueno vamos a ver qué es eso de la mente, del inconsciente. La carrera me permitió ver a las personas como parte de redes, no es el individuo sino son los grupos. La psicología está en general circunscripta lo clínico a atender pacientes, no era eso lo que a mí me interesaba. Con el transcurso de la carrera encontré la psicología social, que se corre de estudiar al sujeto y lo piensa como un nodo en el marco de  una red de interacciones y formando parte de diferentes grupos. Tratamos de salir al mundo para ver cómo piensa la gente las cosas, cómo las vive y las siente.

 

¿Cómo llegaste a tu campo de investigación?

Al principio trabajaba el concepto de autoritarismo en Psicología, cuándo y por qué las personas lo son. En el desarrollo de esa tesis de Doctorado surgió que si bien el autoritarismo es un proceso psicológico, la forma de evidenciarlo es a través del prejuicio. El autoritarismo es una variable que influye en que la persona sea más o menos prejuiciosa. A partir de ahí empecé a indagar diferentes formas de prejuicio.

 

El otro negativo

 

El prejuicio “es una generalización errónea e inflexible de atribución de un aspecto, generalmente negativo, hacia una persona por formar parte de un grupo. En ese juicio hay una relación de dominación donde se establece una jerarquía de superioridad”, explica el investigador y agrega: “En psicología entendemos que hay prejuicios positivos también. Por ejemplo la caballerosidad, se puede pensar como un lindo gesto, si lo analizamos desde afuera en el fondo hay un vínculo asimétrico. Si uno indaga más a fondo encuentra que hay una relación jerárquica en lo que piensan los hombres de cómo deben ser y las mujeres de cómo deben ser”.

 

«El prejuicio es una generalización errónea e inflexible de atribución de un aspecto, generalmente negativo, hacia una persona por formar parte de un grupo».

 

¿Cuáles son los prejuicios más comunes?

Para hablar de prejuicios tenemos que hablar de grupos objetivos o targets que son las víctimas. Hay algunos que trascienden la cultura. Son grupos que culturalmente son diferentes. Una de las bases fundamentales del prejuicio es el contacto, cuanto más contacto haya con el exogrupo, el prejuicio se reduce, salvo algunas excepciones como el sexismo, pero ese contacto hace que se empatice más. Hicimos un estudio a nivel nacional en los principales centros urbanos para ver qué prejuicios eran los que más encontrábamos y vimos que los dos principales son el ageismo, es decir prejuicio hacia los adultos mayores; hacia los inmigrantes de países limítrofes; sexista y hacia la obesidad. Nuestra hipótesis era que el prejuicio sexual y hacia indígenas iba a ser más fuerte, pero resultó de un nivel intermedio. Por ejemplo hacia los inmigrantes es el primero en el norte del país.

Por otro lado, vimos que la valoración de los movimientos feministas es muy baja y la representación también, en una escala de 1 a 10 el promedio es 5. Sube si lo desglosas por género.

 

En esa línea va el proyecto Lomas CyT que está en vigencia

La pregunta de investigación es en qué medida ciertas variables psicológicas contribuyen a que las personas tengan diferentes tipos de prejuicio, en este caso evaluamos el sexismo, que refiere a las diferencias de género; el prejuicio sexual, que tiene que ver con la elección sexual, y finalmente el prejuicio hacia las poblaciones indígenas. Lo que estudiamos es cómo influyen en la emergencia y sostenimiento de diferentes expresiones de prejuicio dimensiones como el autoritarismo, la dominancia social, los rasgos de personalidad o la empatía. Esta última es una variable central a través de la cual se puede intervenir, nosotros en un segundo momento apuntamos al desarrollo de la empatía.

 

«Una de las bases fundamentales del prejuicio es el contacto, cuanto más contacto haya con el exogrupo, el prejuicio se reduce».

 

¿Cuáles son los factores que más inciden?

Cada uno de estos tres prejuicios tocan distintos aspectos en los que influyen variables psicológicas diferentes. En general es muy parecido el perfil psicológico que vas a tener del prejuicio hacia el inmigrante latinoamericano que hacia los indígenas porque la variable que más influye es el autoritarismo (en psicología se refiere al perfil conservador el sostenimiento de ciertos valores tradicionales y la negación al cambio). Hay fijaciones esterotípicas que hacemos todos, pero el autoritario tiene estas fijaciones más rígidas y más difíciles de cambiar. En el sexismo, en cambio, lo que más impacta es la dominancia, que es la percepción de jerarquía. Elegimos estos tres tipos de prejuicio que tienen aspectos en común pero también distintos entre sí.

 

«La empatía es una variable central a través de la cual se puede intervenir, nosotros en un segundo momento apuntamos al desarrollo de la empatía».

 

¿Cómo es la metodología de trabajo?

Trabajamos con encuestas, es un estudio fundamentalmente cuantitativo con muestras de CABA y Conurbano. También comenzamos con encuestas geolocalizadas a través de las redes que nos permiten tener datos de otros puntos del país, y que en este contexto también nos sirve para poder hacerlo desde casa.

Analizamos primero qué nivel de prejuicio tiene la muestra con la que trabajamos y las clasificamos de acuerdo a los valores que presentan: alto, intermedio y bajo.  Después evaluamos si hay variabilidad en las dimensiones mencionadas para ver cómo están influyendo.

 

¿De qué forma se miden esas variables?

Las variables se miden ofreciendo a los participantes una serie de afirmaciones para preguntarle cuánto está de acuerdo con ellas. Con un set de preguntas para cada variable uno termina sacando una suerte de radiografía de la persona. Los estudios cuantitativos te permiten reducir el margen de error y tienen en contra que la gente tiene un sesgo que los lleva a tratar de responder siempre de la mejor manera posible, eso es el sesgo de deseabilidad social.

Hay que buscar la forma en que los encuestados no se sientan expuestos.

 

¿Cuál es la importancia de estudiar este tipo de comportamientos?

Por un lado, la ciencia básica es la discusión conceptual, y parte de nuestro proyecto está en ese debate. La otra posibilidad es la investigación aplicada que es cómo intervenir eso que estudiamos previamente. Por un lado es dar cuenta exactamente qué procesos se están poniendo en juego y de qué manera para en un segundo momento intervenir de alguna forma, por ejemplo con programas de intervención para reducir la violencia de género o para combatir el bullying en las escuelas.

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