“Existe una ganadería que acompaña a la naturaleza y no va en contra de ella”

En el mes de la agroecología, María Elena Olivera, docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, nos cuenta de qué se trata esta práctica de producción ganadera. “La producción de alimentos, actualmente se encuentra ante un escenario que merece un cambio”, sostiene.

 

María Elena Olivera comenzó a investigar como estudiante a comienzos de los años dos mil con el equipo de la Dra. Liliana Ferrari, para entonces titular de la materia de Forrajicultura y Manejo de Recursos Forrajeros de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNLZ, y desde ese momento no paró. Una vez graduada como Ingeniera Agrónoma, realizó la Maestría en Tecnología de Semillas en la Universidad Nacional de Córdoba y un Doctorado en Ciencias Agropecuarias en la Universidad Nacional del Sur.

 

¿Por qué elegiste la carrera?

Es una historia muy bella, de raíces familiares y vacaciones en el campo desde pequeña. Cuando tenía 4 o 5 años, y más también, me encantaba acompañar a mi abuelo Roberto, campesino de cuerpo, alma y corazón en sus recorridas por el campo. Íbamos a ver a los animales, vacas, gallinas, cerdos, y a los cultivos, pasturas y huerta, su propia huerta, las vaquitas “eran ajenas” diría Atahualpa. Cuando crecí, y por la gran curiosidad que me caracterizaba, y me caracteriza aún, quise saber más, qué pasaba dentro de una vaca, dentro de una planta, en el verano, en el invierno. Así, cuando llegó el momento de decidir, elegí la carrera más hermosa del mundo desde mi punto de vista “Ingeniería Agronómica”.

 

¿Cómo empezaste a dedicarte a la investigación?

Con la curiosidad claramente. Las y los investigadores nacemos curiosas/os, queremos saber por qué, como, cual es la causa, cuál es la consecuencia de un proceso o de varios procesos conjuntos. Nos preguntamos, observamos, ensayamos, anotamos, evaluamos, discutimos, concluimos y lo contamos al mundo. Y también le preguntamos a los actores finales de nuestro trabajo qué necesitan saber, en qué podemos ayudarlos y así, empezamos otra vez.

 

¿De qué se trata el proyecto Lomas CyT “Aproximación a la selección de indicadores de salud del pastizal en establecimientos ganaderos de la Depresión del Salado”?

El proyecto LomasCyt  se basa fundamentalmente en la búsqueda de “indicadores de salud” de pastizales estudiando la agrobiodiversidad, el suelo, las semillas, que nos indicarían en qué grado de restauración y/o regeneración se encuentra un pastizal natural determinado para las condiciones locales de la Depresión del Salado específicamente. Un pastizal saludable y diverso es más productivo, estable y resiliente que un pastizal degradado e insumodependiente. La evaluación de estas condiciones mediante indicadores fácilmente medibles, que requieran un mínimo entrenamiento pero una estimación certera del atributo sería de gran utilidad. Así la información generada en este proyecto será útil para que el responsable de la toma de decisiones dentro del agroecosistema, en una escala de establecimiento ganadero, pueda generar impactos positivos través de sus decisiones de manejo sobre las pasturas y pastizales bajo su cargo, tanto a nivel de bienes claves como a nivel de servicios ecosistémicos, transformándose en un generador de cambios hacia un sistema productivo sustentable.

 

«Las y los investigadores nacemos curiosas/os, queremos saber por qué, como, cual es la causa, cuál es la consecuencia de un proceso o de varios procesos conjuntos. Nos preguntamos, observamos, ensayamos, anotamos, evaluamos, discutimos, concluimos y lo contamos al mundo».

 

¿Qué son los indicadores de salud?

La evaluación de las condiciones y servicios de un agroecosistema se pueden conocer mediante indicadores fácilmente medibles, que requieran un mínimo entrenamiento y un nivel razonable de esfuerzo y costo.  La bibliografía presenta un considerable aporte en relación con las propuestas de indicadores durante los últimos 20 años para la evaluación de ecosistemas de tierras áridas y pastizales. Estos indicadores se relacionan con propiedades del suelo como flujos del agua, del carbono y nutrientes; de la vegetación, como riqueza de especies, biodiversidad vegetal y microbiana del suelo, uniformidad, cobertura, etc., y productivos como la producción y calidad de forraje.

 

¿Cuál es la importancia de conocer estos indicadores?

Estos indicadores deberían proporcionar información útil para evaluar la respuesta a la intervención del agroecosistema y determinar de esta manera el impacto de una variedad de prácticas agronómicas en servicios clave de aprovisionamiento (producción de forraje), regulando y apoyando los servicios ecosistémicos (conservación del suelo y el agua y secuestro de carbono) y la biodiversidad en un ambiente determinado. No todos los indicadores funcionan para todos los agroecosistemas y he aquí la importancia de determinar los que darían respuestas a las condiciones locales de paisaje de los agroecosistemas ganaderos de la Depresión del Salado en particular.

 

¿Cuál es la metodología de trabajo?

El ensayo se realiza en un establecimiento ganadero de la localidad de Castelli, provincia de Buenos Aires. Se seleccionó un área definida por varios potreros representada por un complejo de ambientes típicamente ganaderos, allí se fijaron las unidades de muestreo. En cada una de ellas, se procede en cada estación del año a la medición y conteo de variables respuesta.

 

«La producción de alimentos, actualmente se encuentra ante un escenario que merece un cambio. La actual pandemia por la que estamos atravesando, sumadas a las catástrofes naturales y las antrópicas, lo han sacado a la luz y la producción animal no se queda afuera de este cambio necesario».

 

¿Cuáles son los aportes de la Agroecología?

La producción de alimentos, actualmente se encuentra ante un escenario que merece un cambio. La actual pandemia por la que estamos atravesando, sumadas a las catástrofes naturales y las antrópicas, lo han sacado a la luz y la producción animal no se queda afuera de este cambio necesario. La ganadería, es vista por muchas personas, como uno de los grandes “contaminadores de aire y de las aguas” del planeta. Sin embargo, generalizar como siempre no es bueno. Si bien existe una ganadería en la cual los animales se encuentran confinados, emitiendo CO2 de carbono a la atmosfera, sin tener contacto con el pasto, estresados, alimentados solo a granos, también existe una ganadería que acompaña a la naturaleza y no va en contra de ella.

La agroecología como práctica y movimiento, la ganadería que restaura y regenera, el manejo holístico, etc, nos aseguran no solo alimentos sanos, animales sanos, plantas sanas, un suelo vivo y sano, sino además una menor contaminación ambiental. Todo esto conlleva a un agroecosistema diverso, resiliente y estable ante condiciones adversas actuales y futuras.

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