Cecilia Incardona es fiscal federal y lidera un grupo de investigación en la Facultad de Derecho. Su proyecto busca indagar sobre el acceso a la justicia por parte de mujeres víctimas de violencia por su condición de género en Lomas de Zamora.
El grupo de investigación es amplio, participan docentes y estudiantes que realizan tareas de investigación documental y que llevaron adelante entrevistas a víctimas de violencia de género, y también a personas que trabajan en el Poder Judicial de Lomas de Zamora. Lo lidera Incardona, a quien acompaña Guillermina Luque Wickham como coordinadora, y los docentes Mariano D´ambrosio, Marcelo Ferrería, Federico Navascues, Gabriela Fontenla, Juan Ignacio Sorrentino, Carlos Pereira y Gustavo Ofría; los investigadores externos Victoria Rodríguez, Marcela Gallardo, María José Román, Dolores Bonillo y Martín Alegre, y los estudiantes Martina Gérez, Agostina Cossari Russo, Marilyn Quijano, Martina Moreno, Bárbara Rodríguez y Soledad Agüero Sorondo.
¿Cuál es el objetivo de la investigación?
La investigación busca obtener información en el territorio y empezar a indagar sobre el acceso a la justicia de mujeres víctimas de violencia por razones de género. Además nos interesa ver cómo actúa la justicia de Lomas de Zamora en la atención temprana a esa mujer que va a hacer la denuncia.
¿Cuáles son las primeras observaciones que pudieron realizar como grupo?
Si bien estamos en proceso de análisis de los datos, nos llamó la atención que las mujeres entrevistadas lo que mencionan es que antes de ir a la Justicia, buscaron ayuda en sus familias y sus grupos de amigas, tejieron redes entre ellas con otras mujeres víctimas. Esto es un dato que no esperábamos. También observamos tienen poca información a la hora de denunciar y que la atención que reciben es muy mecanizada, lo que no permitió abordar en toda su dimensión el conflicto que denunciaban.
Observamos que las mujeres entrevistadas mencionan que antes de ir a la Justicia, buscaron ayuda en sus familias y sus grupos de amigas, tejieron redes entre ellas con otras mujeres víctimas.
El grupo de trabajo tiene como meta poder aportar herramientas para que la atención temprana sea más eficaz y desde una mirada integral. “Quizás las mujeres no buscaban el castigo del derecho penal, que estuviera preso, buscaban otra cosa como la exclusión del hogar, poder cortar con la relación o poner un límite”, explica Incardona y agrega: “Notamos que a veces no denuncian por la intervención penal tradicional, sino que buscan que no las agredan más, cuidar a sus hijos o poder tener una instancia de diálogo con alguna institución, que no sean ellas solas las que tiene que gestionar ese conflicto”.
En ese sentido, consideran que a partir de esta investigación, “se podría encontrar alguna otra herramienta para abordar esos casos desde una perspectiva de género y de derechos, diferente a la respuesta tradicional y formal, como generalmente se brinda desde el derecho penal a los problemas sociales”.
¿Cómo fue el método que utilizaron para abordar la problemática?
Partimos de ver qué dicen las reglas de derecho procesal, del derecho penal, las acordadas de la Corte Suprema, o los protocolos del Ministerio Público Fiscal. Luego hicimos un trabajo de campo en donde identificamos a mujeres víctimas y las entrevistamos. Para ello generamos un cuestionario semidirigido, tratamos de obtener información de por ejemplo cuántos días pasaron desde que denunció, si pidió medida cautelar, dónde fue a denunciar, si sabía dónde hacerlo. El objetivo es ver si la justicia de cercanía es posible, si es efectiva.
Quizás las mujeres no siempre denuncian por la intervención penal tradicional, sino que buscan que no las agredan más, cuidar a sus hijos o poder tener una instancia de diálogo con alguna institución, que no sean ellas solas las que tiene que gestionar ese conflicto.
El proyecto tiene como objetivos conocer también la visión de los funcionarios de Justicia.
Sí, por eso también realizamos entrevistas a abogados, jueces, fiscales, organizaciones sociales, empleados del poder judicial para que nos den su visión de cómo gestionaban estos conflictos, qué respuesta le da a la mujer la Justicia, quién la escucha, qué desencadena esa denuncia en el poder judicial. Eso fue una gran fuente de información porque permite revisar si la visión de los funcionarios y las víctimas coinciden, si encontraron una respuesta adecuada.
