“Lo humano siempre es lo más valorado por los jóvenes estudiantes de nuestra universidad”

Graciela Tonón es investigadora de la UNLZ, directora del Instituto de Estudios Sociales “Unicom” y docente en diversas universidades del mundo. Hace 20 años lleva adelante investigaciones centradas en la calidad de vida de niños, niñas y jóvenes del Conurbano y la Provincia. 

 

“El término calidad de vida se usa para decir muchas cosas y ninguna a la vez”, explica la investigadora, y agrega: “En el ámbito científico, sin embargo, tiene una precisión que implica no sólo el bienestar concreto de las personas en relación a los objetos, como decir el dinero que cobra, la casa en la que vive, el auto que tiene, sino también la cuestión subjetiva de qué sienten las personas e inclusive, qué sienten respecto de lo que tienen”.

 

¿Cómo empieza este camino investigando la calidad de vida?

En 2004 se crea el programa de investigación en el marco de la Facultad de Ciencias Sociales. Allí se empiezan a desarrollar una serie de proyectos que responden a dos grandes líneas temáticas: Uno que tiene que ver con la calidad de vida de niños, niñas y jóvenes en los barrios y comunidades, y otro con la calidad de vida universitaria. En 2011 se crea Unicom que es el instituto de estudios sociales de la facultad. Otros proyectos dentro de Unicon son las estancias posdoctorales en calidad de vida, que son estancias de doctores de Argentina y otros países que trabajan con nosotros un tiempo y producen una serie de publicaciones, y la Colección Unicom, un espacio para que colegas y docentes puedan mostrar su trabajo y sus publicaciones.

 

A partir de entonces crece la presencia en el ámbito internacional, la propia Directora participa de redes internacionales. Esto les permite trabajar con equipos de otros países: “Hicimos tres proyectos muy grandes con más de dos mil niños en comunidades de la provincia de Buenos Aires. Allí trabajamos con otros equipos de Argentina, como el de la Universidad Nacional de Mar del Plata y la Red Children’s World-ISCWeB. Vamos haciendo proyectos que permitan mostrar resultados en otros escenarios”, sostiene Tonón.

 

«Potencia su calidad de vida venir a la universidad y sentir la importancia de estos vínculos».

 

¿Cómo evalúan la calidad de vida?

Tenemos proyectos en los que utilizamos métodos cuantitativos, y otros que elegimos un abordaje cualitativo, esto no para medir sino para analizar con mayor profundidad la vivencia de las personas. La cuestión metodológica es una tarea compleja. En el caso del proyecto internacional tuvimos que traducir y adaptar el instrumento que se utilizó en 70 países, más allá de los idiomas. Allì seguimos un instrumento que medía las distintas dimensiones de la calidad de vida de los niños: la familia, el barrio donde vivía, la educación, la recreación, los valores. Para estas cuestiones hay mediciones de satisfacción, que son cuestiones más subjetivas. Lo subjetivo no como opuesto a lo objetivo, sino porque es el producto de los sujetos. Lo que alguien siente de lo que tiene. Con los estudios más cualitativos trabajamos con distintas técnicas como grupos de investigación o entrevistas semidirigidas, y con grupos reducidos, queríamos comprender lo que estaba pasando en la realidad social.

En ese sentido, ¿cuáles son las dimensiones de la calidad de vida más valoradas?

En el caso de la calidad de vida universitaria, vimos que las personas que estudian en nuestra universidad lo que más valoran son las relaciones personales, sociales y humanas. Sentirse parte, ser escuchado, sentirse valorado en este lugar, ser reconocido como estudiante universitario. Eso no pasa en todo el mundo, hay países en los que la gente tiene el honor de ser estudiante o egresado de una universidad muy prestigiosa, pero sentir lo humano, que si me pasa algo a alguien le importa, que reconoce lo que me pasa, me escucha y me acompaña, es único y siempre lo digo donde vamos. Es muy fuerte porque es de verdad importante, porque potencia su calidad de vida venir a la universidad y sentir la importancia de estos vínculos.

¿Esta observación, además de propia de nuestro lugar, es propia de la época presente?

Esta característica siempre se ha mantenido a lo largo del tiempo: la primera investigación se hizo en el año 2005, y los chicos decían esto, y el año pasado decían lo mismo. Lo interesante es que lo humano, expresado en amistad, compañerismo, solidaridad, comprensión, escucha, siempre es lo más valorado por los jóvenes estudiantes de nuestra universidad.

 

La importancia de lo social y la medición internacional

En 2003 Australia construyó un índice con diez indicadores para medir la calidad de vida, para eso convocó investigadores de todo el mundo para validar ese instrumento conocido como Personal Wellbeing Index (WPI). Entre los especialistas, estuvo Tonón, quien en varias de sus investigaciones aplicó el WPI.

“Este cuestionario mide la satisfacción de las personas con distintas áreas: economía, salud, empleo, los elementos básicos de la vida. Acá siempre da más alto lo relacionado con los vínculos”, explica la docente. 

“Cuando preguntás en general, casi siempre la escala va de 7 para arriba”, detalla y añade: “Es muy representativo de Latinoamérica que lo humano siempre tiene valor alto, aunque el resto de las dimensiones vaya mal, lo vinculado a la sociedad va compensando”.

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