Contadora, docente, mamá: Susana, la mujer detrás de la foto

“La chica de la foto es mi suegra”. Con ese mensaje comienza esta historia. Susana Brea, Licenciada en Administración y Contadora Pública, fue una de las primeras graduadas de la UNLZ. Su nuera reconoció su imagen en la muestra fotográfica del Cincuentenario. Conversamos con ella para saber cómo era la UNLZ en sus primeros años, qué significó en su vida la Universidad y conocer la historia de la mujer detrás de la foto.

 

En octubre de 2022 la Universidad celebró sus 50 años, como parte de los festejos se montó una muestra fotográfica que recorría la historia. Los primeros pasos de la institución fueron ilustrados con fotos de la década del ´70, entre ellas sobresalía una joven de pelo oscuro, sonrisa amplia y la clásica “toca”. Se trataba de Susana Brea, una de las 35 personas que recibieron su diploma en la primera ceremonia de Colación de Grado.

“Tuve dos egresos, uno como licenciada en administración en el año 1978 y el segundo egreso en 1980 como contadora pública”, comienza contando Susana que nos recibió en el estudio donde hasta hace muy poco ejerció su profesión.

 

¿Cómo fue que elegiste estudiar en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora?

Yo estudiaba en una escuela que era técnica, y para entrar a la universidad necesitaba el título de perito mercantil, por lo tanto tuve que pasarme de la Escuela Técnica José Hernández a la Escuela de Comercio de Avellaneda y ahí obtuve el título de perito mercantil y me pude inscribir en la universidad. Ya había empezado a trabajar en el último año de la secundaria, en un estudio contable y eso me motivó bastante para decidirme. También influyó que una de mis amigas que vivía en Lanús fue la que trajo la propuesta y nos anotamos las dos.

 

“Recuerdo también una sentada que hicimos, no me acuerdo en qué año fue, cuando se hablaba de ese trascendido de que cerraban la universidad y demás, fuimos todos y nos sentamos en la plaza de la municipalidad”.

 

¿En tu familia había graduados universitarios?

Nosotros vivíamos en Sarandí, y ninguno tenía estudios. Mi papá era el más como con inclinaciones para el conocimiento. Muy buen lector, era una casa humilde, pero teníamos biblioteca. Mamá no, mamá era ama de casa. Mis dos  hermanos varones terminaron la secundaria y no quisieron saber nada, pero a mí al empezar la secundaria me hizo un click hacia el conocimiento, o sea, me encantaba eso. Me encantaba estudiar, no me costaba en absoluto.

 

¿Qué pensaron de tu decisión?

Mi papá me parecía que asentía sin comentar demasiado y mi mamá era una preocupación, decía: «¿A qué vas tan lejos? ¿Para qué?» Y bueno, tuvieron que ir entendiendo, porque yo trabajaba, salía a las 5 de la tarde del estudio y me iba a la escuela Mentruyt, porque esa era la primera sede de la universidad y volvía a las 11 de la noche, pero bueno, tenía la tranquilidad de que estaba de novia y me acompañaba a la parada del colectivo.

¿Cómo fue esa ceremonia que vimos en fotos?

El acto fue muy emocionante, muy emocionante. Primero porque sabíamos lo que estábamos transitando, fue en el año 78 y porque fue un logro y un cierre para todos los que logramos recibirnos. Incluso en ese período hubo trascendidos de que quizás la universidad se cerraba.

¿Qué recordás de esa época?

De alguna manera ya no teníamos esa libertad de reunirnos constantemente a lo que veníamos haciendo, había preocupación con determinada bibliografía de la que contábamos porque nuestros primeros dos años podemos decir que teníamos libertad absoluta de lo que leíamos, fueron momentos difíciles. Recuerdo también una sentada que hicimos, no me acuerdo en qué año fue, cuando se hablaba de ese trascendido de que cerraban la universidad y demás, fuimos todos y nos sentamos en la plaza de la municipalidad. Mis papás estaban re preocupados porque yo no llegaba, no llegaba. Y bueno, Claudio, mi novio, fue el encargado de decirles que estaba atrasada.

¿Cómo comenzaste a trabajar como Contadora?

Renuncié al estudio en el que trabajaba y pusimos el nuestro en un localcito que tenían mis papás en Sarandí, pegadito a la casa mía de la infancia. Ahí pusimos nuestro primer estudio con mi marido.

 

El camino a la docencia

Luego de recibirse como Licenciada en Administración, hizo la carrera de Contadora Pública. Abrió su estudio y allí trabajó hasta que se jubiló. Sin embargo, había algo más: su interés por la docencia.

“Hice docencia en la escuela técnica donde había estudiado, y un alumno de la secundaria viene un día y me dice: ‘Profesora, voy a seguir Abogacía en la Universidad Nacional de Lomas, y vi una placa y está su nombre’. Había una piedra fundamental donde está el nombre de todos los primeros egresados y él me reconoció y le sacó una foto y me la trajo, así que fue muy emotiva”.

 

¿Hasta qué año trabajaste?

En el 2018 me jubilé en la profesión y en el 2020 me jubilé como docente. En realidad se estiró, porque cuando pasó lo de la Pandemia se suspendieron todas las jubilaciones, así que fue un tema ese. Me tuve que adaptar a las tecnologías, que eso me costó un montón trabajar con todos mis alumnos en forma virtual. Fue un esfuerzo grande.

 

“Cuando algunos estudiantes que ven nada más que el estudio como un punto de partida para llegar a un objetivo que sería el título para tener un buen trabajo y nada más, yo les decía que hay que estudiar lo que a uno le entusiasma”.

 

¿Cómo vivís este momento de ya no trabajar?

Del secundario pasar a la universidad, trabajar en un estudio y de repente cortar todo es un proceso. Pero, para la docencia fue ya una necesidad, ya no tenía la paciencia ni la fuerza o energía. Además, coincidió que y me transformó, me volcó a otras cuestiones. Hoy sigo con el conocimiento, pero desde otro lugar, no desde la obligación, no desde las complicaciones de la profesión. Mi energía, la verdad, está en otras cosas. Otras cosas mucho más espontáneas además, ¿no? O sea, levantarte a la mañana, prepararte tranquila los mates, conectar con la gente del barrio, compartir tiempo con mis nietos e hijos. Así que creo que no estuvo mal la decisión.

¿Qué mensaje te gustaría dejar a quienes hoy están pensando en estudiar?

Yo siempre quise transmitir lo interesante de estudiar, que no es estudiar o seguir una carrera por el título, sino que es un compromiso personal con el conocimiento. Eso fue algo que lo transmití bastante en el ejercicio de la docencia. Porque me dio y me sigue dando mucha felicidad el conocimiento, por el conocimiento en sí. Cuando algunos estudiantes que ven nada más que el estudio como un punto de partida para llegar a un objetivo que sería el título para tener un buen trabajo y nada más, yo les decía que hay que estudiar lo que a uno le entusiasma. Y en eso que te entusiasma, sea un curso, sea un idioma, sea lo que fuere.

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